viernes, 12 de julio de 2013

Receta de champiñones en salsa

Un delicioso plato de 'champis' en salsa./GM
Si bien el ingrediente principal de esta receta es el champiñón, hemos elegido otro producto muy beneficioso para la salud, ya que ya tendremos tiempo con otras recetas de conocer las propiedades nutricionales del champiñón. Se trata del ajo, perteneciente al grupo de las verduras/hortalizas, y por sus características, dentro de la rama bulbos.

Las propiedades saludables del ajo como condimento y medicamento ya eran bien conocidas por los antiguos egipcios, hebreos, griegos y romanos. En la actualidad, su uso terapéutico ha quedado relegado a favor de su uso como condimento.
                                 
En cuanto al aspecto nutricional, es sorprendente su elevado aporte energético (119 kcal. por cada 100 grs.), gracias a su riqueza en proteínas (5,3 grs.) e hidratos de carbono (24,30 grs.). No obstante, la cantidad que se consume de ajos en cada plato no es equivalente a la de otras verduras. Por ello, su aporte nutritivo y energético es irrelevante. Todo esto a pesar de su riqueza mineral, como potasio (530 mg.), fósforo (134 mg.), magnesio (134 mg.), zinc (1,1 mg.) y yodo (40 mcg.), y vitamínica, en la que destaca el contenido de vitaminas del grupo B, como la B1 (0,16 mg.), B3 (2,2 mg.), B6 (0,32 mg.) y con cantidades discretas de vitamina C (14 mg.) y E.

Por su contenido en hidratos de carbono, el ajo es un alimento ideal para el aporte energético, pues se estima que el 55-60% de la energía diaria que necesitamos debe provenir de carbohidratos. Además, la principal energía que necesita el cerebro para funcionar es la glucosa, que encontramos en alimentos ricos en carbohidratos.

El ajo destaca por su aporte de potasio, que junto con el sodio, se encarga de regular la concentración de agua en sangre y tejidos. Las concentraciones de estos dos elementos generan un potencial eléctrico que propicia las contracciones musculares y el impulso nervioso, con especial relevancia en la actividad cardíaca.

Por tratarse de un alimento con un importante aporte de vitamina B6, el ajo favorece la formación de glóbulos rojos, células sanguíneas y hormonas y colabora en el mantenimiento de los sistemas nervioso e inmune. También evita la formación de piedras o cálculos en el riñón.

Por la concentración de vitamina C, el ajo presenta propiedades antioxidantes que ayudan a eliminar determinadas sustancias tóxicas, por lo que reduce la probabilidad de desarrollar cáncer. La vitamina C inhibe además el crecimiento de bacterias dañinas para el organismo, previene enfermedades vasculares al reducir la tensión arterial y es empleada contra alergias como el asma o la sinusitis. Esta vitamina tiene un destacado papel en el mantenimiento de cartílagos, huesos y dientes, y previene contra afecciones de la piel y contribuye a la cicatrización de heridas y quemaduras. Además, mejora la visión y reduce la posibilidad de aparición de glaucoma y cataratas, además de combatir el estreñimiento.

El ajo contiene un 70% de agua, y por lo tanto favorece la hidratación de nuestro organismo.

Ingredientes para la receta de champiñones en salsa (para 4 personas):

  • 600 grs. de champiñón
  • 2 cucharadas soperas de harina
  • 3 dientes medianos de ajo
  • 1 cucharada de perejil picado
  • 1 vaso de agua grande lleno sólo con vino blanco
  • Aceite
  • Sal

Método de elaboración de la receta:

Se limpian los champiñones y se trocean en cuatro. En una cazuela con un chorro de aceite se doran los ajos picados en pequeños trozos. Se añade la harina y se revuelve con el ajo picado.

Después de agregarle el champiñón troceado, se rehoga con el ajo, la harina y el perejil picado, y posteriormente se echa el vaso con el vino blanco y un poco de sal. Se revuelve todo y se tapa la cazuela hasta que salga el vapor.

Se vuelve a revolver todo para que la harina no se quede en el fondo y de nuevo se tapa. Una vez que salga de nuevo el vapor, con el fuego al mínimo se deja hacer el champiñón unos 30 minutos. Si quiere se puede servir con triángulos de pan de molde fritos en aceite caliente.

miércoles, 3 de julio de 2013

Receta de dátiles con queso

Dátiles con queso y nuez para el verano./GM
Este plato se puede servir como aperitivo antes de las comidas.

El dátil es el fruto de la palmera datilera. Propiamente no es una fruta desecada, aunque generalmente se describe dentro de este grupo de alimentos.

En cuanto a su valor nutritivo, cabe resaltar que el contenido energético del dátil seco es elevado (289,45 kcal.) porque mediante la desecación se reduce el contenido de agua y se concentran los nutrientes, en concreto los hidratos de carbono (65,10 grs. por cada 100 grs.). Además es una fuente natural excelente de potasio, de hierro, de pro-vitamina A y de niacina o vitamina B3. Los dátiles y, en general, todas las frutas desecadas son una fuente excelente de fibra soluble e insoluble, por lo que su consumo ayuda a mejorar el tránsito intestinal.

El dátil es un alimento que destaca por su contenido en hidratos de carbono, fibra (8,70 grs.), potasio (650 mg.), calorías y magnesio (50 mg.). El resto de nutrientes presentes en este alimento son: hierro, calcio, vitamina B6, vitamina B9, vitamina B3, agua, vitamina B, vitamina B2, vitamina C, entre otros.

Por su contenido en hidratos de carbono, el dátil es un alimento ideal para el aporte energético, pues se estima que el 55-60% de la energía diaria que necesitamos debe provenir de carbohidratos, bien por la ingesta de alimentos ricos en almidón, bien por las reservas de glucógeno presentes en nuestro organismo. Además, la principal energía que necesita el cerebro para funcionar es la glucosa, que encontramos en alimentos ricos en carbohidratos.

El dátil, por su contenido en fibra, ayuda a que se den en el organismo las condiciones favorables para la eliminación de determinadas sustancias nocivas como colesterol o ciertas sales biliares, y colabora en la disminución de glucosa y ácidos grasos en la sangre. Además, colaboran en la eliminación de agentes cancerígenos.


Ingredientes para la receta de dátiles con queso (para 4 personas):


  • 16 dátiles dulces
  • 160 grs. de queso de untar o Philadelphia
  • 8 nueces

Método de elaboración de la receta:

Se abren los dátiles por la mitad y por un lado, sin llegar a partirlos del todo. En el caso de que tengan hueso, se les quita, y con un cuchillo de untar se rellenan los dátiles deshuesados con el queso. Se colocan encima del queso de cada dátil la mitad de una nuez pelada.

Se ponen todos juntos en un plato y se meten en la nevera para que se conserven frescos antes de sacar a la mesa.